En las profundidades de la selva del noreste de India, en uno de los lugares más húmedos de la tierra, los puentes no se construyen, crecen.
La gente de Cherapunjee, así se llama del lugar de la India, utiliza los troncos de la Areca para crear estructuras que guían las raices de los ficus (ficus elastica) de un lado al otro del río, pasado cierto tiempo tenemos un puente. En una zona donde el alto nivel de humedad corroe la madera muerta, un puente vivo tiene la ventaja de tener una vida útil mucho más larga que un puente de madera convencional.
Los puentes de racies de unos 25m de largo tardan entre 10 y 15 años en estar prenamente funcionales y son extraordinarioamente resistentes.
La madera viva es mucho más flexible y crece continuamente haciendo que el puente vaya ganando resistencia, los aldeanos dicen que alguno de los puentes tiene 500 años de antiguedad, me pregunto que estructura de hormigón armado es capaz de vivir todo ese tiempo.
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